martes, 8 de junio de 2010

Grandes Richie & Jon

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Grandes Bon Jovi. El viernes, después de 7 años, los magos de Jersey (con perdón de Springsteen) volvieron a Madrid, aunque esta vez solo era para un festival, el Rock in Rio. Cierto es que poco queda del espíritu original de este festival, pero simplemente por el plato fuerte de esa noche merecía la pena verlo.

Mal sonido. Tiempo escaso. Horas intempestivas. No se, quizá la organización debería plantearse ciertas cosas.

Bueno, vamos a lo importante.

El cartel no era nada malo (el mejor junto con el del último día encabezado por Metallica). Primero Pereza, luego John Mayer y por último Bon Jovi. A primera hora de la mañana se conoció la noticia de la suspensión del espectáculo de John Mayer por enfermedad. El cambio de última hora provocó el “ascenso” de Macaco. “Mal cambio”, como dijo Ana.

Nosotros quedamos con Anita en la estación de metro de Arganda, sobre las… 10 o poco más. Ana vino con Sami, compañero de curro. Sin duda, los tres (Ana, Sami y Sandra) muy buena compañía para la noche en cuestión, aunque no se si ellos pensarán lo mismo de mi, ya que me tuvieron cantando a su lado los dos horas completas, sin parar. Eso si, echamos de menos a otros que faltaron, pero bueno, tranqui Bea, que hablé con Richie para que vengan el año que viene a Madrid y me dijo que lo moverá.

Después de conseguir entrar al recinto, cenamos de burguer en el “césped” (artificial, claro) mientras escuchábamos a Pereza. Pereza, que no me llamaba nada la atención y me terminó enganchando. Su directo suena muy bien. O al menos eso parecía, ya que, como he dicho, el sonido era bastante malo.

Acaba Pereza. Compramos más cerveza, y nos adentramos entre la marabunta. Lado izquierdo, claro, lado “Sambora”. 00:30. Aparece la banda rompiendo el hielo con Blood on blood. A partir de aquí dos horas justas. El público respondió muy bien, cosa necesaria si queremos que se vuelvan a tomar a Madrid en cuenta para próximas visitas, y no solo a Barcelona. A los que seguimos las noticias de la banda, los que seguimos los set list de cada concierto nos faltaron algunos momentos claves en cada actuación: el momento Sambora y un set acústico completo. En cada concierto Jon desaparece dejando de frontman a Richie, que interpreta de manera magistral alguno de los temas (Hasta ahora siempre I’ll be there o Stranger, y durante esta gira Homebound Train o Lay your hands). Luego se juntan en plan acústico regalando dos o tres versiones mágicas en modo “unplugged”. Esta vez tuvimos así Somday I’ll be saturday night y “Allelujah”, pero nos faltó “I’ll be there” o “Never say goodbye”, que son las verdaderas joyas de ese set. Pero claro, dejando la organización solo dos horas, de algún sitio había que cortar…

Yo salí encantado. Reconozco que no he leído las críticas, pero la que me vale es la mía. Y si a mi me gusto, lo doy por bueno. Alguno esta mañana en la oficina me ha comentado que no han sido buenas, y que se dice que Jon no tenía voz. Bueno, ya hablé un día de los “críticos” que aparecen en los periódicos, así que ya sabéis lo que suelo pensar de ellos. Si alguien piensa esto, primero que se pare a pensar en lo que he dicho antes, el pésimo sonido general del escenario Mundo, y segundo que se pare a escuchar la versión del clásico de Leonard “Allelujha”. No fue para nada mi canción favorita esa noche, pero creo que ahí demuestra que la voz de Jon no está ni mucho menos en horas bajas. Empiezo a acostumbrarme a las críticas hacia la banda solo porque ya no van con las pintas de los 80, solo porque en casi 30 años hayan sufrido una evolución tanto musical como personal. 30 años. Cifra no fácil dentro de la música. Algo significará.

En fin. Contento. Muy contento. Con ganas de verles en un concierto de gira, en el que sea su espectáculo, su escenario, su sonido y su…su todo.

Grandes Bon Jovi.

Grande Richie.

Grandes Sandra, Ana y Sami.