lunes, 23 de febrero de 2009

Esto del Facebook…

…es la leche. Te encuentras con mogollón de gente queFacebbok no veías desde hace días, meses, años, vidas… no sé. Porque que te encuentres con tus amigos es, hasta cierto punto, lo más normal: yo me creo un  perfil e invito a unirse a este mundo, lo primero, a la gente que más veo. Pero poco a poco, te pica el gusanillo y vas recordando nombres de gente que han sido compañeros tuyos del colegio, del instituto o de trabajos antiguos y empiezas a mantener contacto incluso con gente con la que antes no te habías cruzado ni 6 palabras seguidas.

La noche que creé mi perfil (allá por octubre o noviembre del año pasado) “invité” a unirse a Sandra, mi mujer, y la primera sorpresa vino pronto, cuando vimos que mi hermana ¡¡estaba ya dentro de este mundo!! “¡¡Pero Vane!! ¿¿Y no me has dicho nada??... Que fuerte….” (mi hermana y yo hablamos prácticamente a diario, bien por mail, bien por teléfono… no sé). Su respuesta fue que es que tampoco sabía muy bien cómo iba; que se lo había dicho una amiga y tal, pero que bah!, que no lo entendía mucho. Ahora, resulta que si tú te conectas una noche… ahí está ella. Y si llegas un sábado a mediodía, pues ahí está ella, y si te vas a dormir a las doce y media de la noche, y te metes rápido a ojear un poco… ahí está ella. Yo no sé.

El caso es que está muy bien esto de encontrarte con gente que no veías desde hace tiempo…, pero tiene su parte mal: yo ya me he encontrado con varios/as que te dicen eso de “¡Ups! Es que así por el nombre no sabía quién eras” o un claro… “¿Te conozco?”… que te quedas un poco así… de aquella manera.

Pero te enteras de cómo le va la vida a toda esa gente con la que has compartido algún tiempo de tu vida y te das cuenta de que hay tantos futuros como personas: unos te sorprenden porque se dedican a componer canciones y dar conciertos por distintas salas, otros le han echado huevos y se han tirado en paracaídas, otros son padres o madres de familia, en fin, mogollón de cosas diferentes.

A lo que no soy capaz de entrar es a todo ese rollo de: “Fulanito ha empezado una guerra de bolas de nieve y te ha lanzado una” – Coooño!, pero ¿yo que le he hecho?. “Menganita está repartiendo buen rollo”- ¿…? , “Alguien te ha secuestrado” – Ossstraasss! Que me ha…¿Qué?.

Que todo esto a lo mejor tiene su gracia, pero que es un empezar y no acabar. Que yo voy, reparto buen rollo a 4 o 5 personas y mañana tengo 15 mensajes de que la gente me reparte buen rollo a mi… y claro, ¿cómo no vas a contestar?… así que vuelves a repartir buen rollo, pero ahora a 10 personas, y mañana… Vamos, que no acabamos nunca.

Pero en definitiva, mi veredicto es que me parece una idea genial esto del facebook, y que me encanta encontrar a tanta gente por esos mundos. Así que os animo a todos a uniros para poder “vernos” un poco más a menudo.

Con Dios, majos.

1 comentario:

  1. Es un follón, pero acabas cogiéndole el tranquillo. Yo empecé cuando todavía era sólo en inglés, menos mal que lo pusieron en español!!!!!. Gracias a Facebook estoy leyendo tu blog, así que guay

    ResponderEliminar