lunes, 30 de mayo de 2011

Un gran día

Sin entrar en detalles sobre creencias, prácticas y demás, debo decir que ayer fue un día especial. Aunque la última época no está siendo nada buena, parecía como si supiera que desde que se levantara ese día marcaría un antes y un después en su camino.

Viéndola allí arriba, junto a todas sus compañeras y compañeros certifiqué lo que ya sabía: ella era la más guapa, la del vestido más bonito, la de la mejor sonrisa, la más rubia, la más… la más todo.

Me sorprendí emocionado en más de una ocasión. Quizá no tanto por lo que significaba la fiesta en si, dada mi radical postura para con la Iglesia (no con la religión), como por el hecho de comprobar que ya son nueve años. Que parece que fue ayer cuando decidíamos querer romper la mayoría de los pronósticos, querer sobreponernos a las críticas y demostrar que esto funcionaría y que seríamos capaces de sacar adelante, como una familia  “de las de verdad”, nuestra vida juntos. Si me quedaba mirándola un poco embobado más de 5 segundos seguidos, terminaba viéndola borrosa.

Emocionante también ver a gente que no esperábamos. Gracias chicos por estar ahí una vez más.

Gracias también “a la tita” por su implicación, sus sesiones de peluquería y esfuerzo, “al tito” por su papel de fotógrafo, y a todos los que estuvisteis allí ayer, porque de una forma u otra habéis contribuido a convertir el día de ayer en uno de esos especiales. Espero que lo pasarais tan bien como nosotros.

Y tu, preciosa, espero que te haya gustado tu día, que hayas sentido lo que papá y mamá te quieren y lo orgullosos que están de ti… a pesar de todas esas cosas que tu y yo sabemos. Un besazo.

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